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Mayo 2008
Alumns U.CENTRAL:
Tenemos varios proyectos en proceso, relacionados con la Energía.
- Bionergía

- Energía Solar
- Reciclaje

La ENERGIA enel MUNDO

LA ENERGIA EN EL MUNDO

GENERACION:

1.-
FUENTES DE ENERGIA

RENOVABLES:
Energía eólica (vientos; Chile)

Energía geotérmica (calor del interior de la Tierra; Filipinas)

Energía hidráulica (en los rios; Chile)

Energía mareomotriz (el en mar, Francia)

Energía solar pasiva: (Chile)
Aprovecha el calor del sol sin necesidad mecanismos o sistemas mecánicos.

Energía solar térmica:
Para producir agua caliente de baja temperatura para uso doméstico sanitario y calefacción.

Energía solar fotovoltaica: (Chile)
Para producir electricidad, en placas de semiconductores que se excitan con la radiación solar.

Energía solar termoeléctrica:
Para producir electricidad con un ciclo termodinámico convencional, a partir de un fluido calentado por el sol.

Energía solar híbrida:
Combina la energía solar con la combustión de
biomasa o combustibles fósiles.

Energía eólico solar:
Funciona con el aire calentado por el sol y que sube por una chimenea donde están los generadores.

Biomasa

Gradiente térmico oceánico (diferencia de tº en el mar)

Energía azul
(entre el mar y los ríos; Países Bajos)

2.-
FUENTES DE ENERGIA
NO RENOVABLE:
Energía nuclear (fisión; Suecia)

Carbón (Chile)

Gas Natural (Argentina)

Petróleo (Chile)

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GENERACION DE ENERGIA ELECTRICA

Centrales termoeléctricas:
Energía liberada en forma de calor, normalmente mediante la combustión de algún
combustible fósil como petróleo, gas natural o carbón. Además de las centrales nucleares.

Centrales hidroeléctricas: (Chile)
E
nergía potencial del agua embalsada en una presa situada a más alto nivel que la central.

Centrales geo-termo-eléctricas (Suiza)
E
nergía que puede ser obtenida mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra. El calor del interior de la Tierra se debe a varios factores: el gradiente geotérmico, el calor radiogénico, etc.

Centrales nucleares: (Argentina)
Energía que se obtiene por la fisión del Uranio o el Plutonio, entre otros.

Centrales de ciclo combinado:
(sistema de propulsión
COGAG de los buques)
Co-existencia de dos ciclos termodinámicos en un mismo sistema, uno cuyo fluido de trabajo es el
vapor de agua y otro cuyo fluido de trabajo es un gas producto de una combustión.

Centrales de turbo-gas (USA, la NASA)
T
urbomáquina motora de reacción, cuyo fluido de trabajo es un gas.

Centrales eólicas: (Alemania)
Por medio del
viento, es decir mediante la utilización de la energía cinética, generada por efecto de las corrientes de aire

Centrales solares: (USA)
Con el calentamiento de un fluido
mediante radiación solar y su uso en un ciclo termodinámico convencional, se produce la potencia necesaria para mover un alternador para generación de energía eléctrica como en una central térmica clásica.

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TRANSPORTE y DISTRIBUCION
El transporte de la energía la podemos hacer en forma area o subterránea.
El costo del transporte subterráneo es mayor que el areo, dependiendo del tipo de suelo a cavar.

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LA ENERGIA EN CHILE:
2007: Hoy el país usa 10 MWatts aprox.
Esta energía deberá ser duplicada en 10 años más.

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PRESENTACION EDO. FIGUEROA

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Escenario Energético de Chile
Discusión de una Estrategia de Suministro de Energía para el Futuro.
Eduardo Figueroa Karlström, Ph.D. - Senior Scientist
Sistemas de Potencia Electrica
Saab Aerosystems
SE-581 88 Linköping, SWEDEN
( +46-(0)13-18 52 22;
Eduardo.figueroa-karlstrom@saabgroup.com

Nunca antes en la historia de la humanidad la demanda de energía en el planeta fue tan grande como lo es hoy, y en el futuro será aún mayor.

Para enfrentar este desafío debemos ser capaces de una respuesta a nivel global, regional, nacional, empresarial e institucional y aún a nivel personal.


1. Resumen

Se hace un análisis general del escenario energético de Chile, se analizan aspectos generales del suministro energético global actual y las expectativas dentro de las próximas décadas para luego analizar las posibilidades en el mundo y en particular para Chile. Se discuten las posibles incidencias del suministro en el futuro inmediato, los distintos escenarios y las alternativas posibles.

La discusión general de las formas de suministro o de las posibles acciones a tomar se enmarcan dentro de un esquema de desarrollo sustentable para el país y se hacen algunas sugerencias de cómo abordar esta problemática.


2. Introducción

La demanda creciente de acceso a la energía, los cambios climáticos globales y el carácter limitado de las fuentes de energía van a impactar cada ves mas fuertemente y a todo nivel al planeta en general y a cada país en particular, existen por ello numerosos documentos que recomiendan tomar medidas ahora para estar preparado contra los riesgos y dificultades previsibles en el futuro próximo.
2.1 El Escenario Energético de Chile y del Mundo: ¿Donde estamos? ¿Hacia adonde marchamos?
Una ponderación rápida de las muchas fuentes de información existentes muestran que:
Las demandas globales para todas las formas de energía experimentaran una taza de crecimiento estimado de más de un 57% durante los próximos 25 años.
Alrededor del año 2030, el 56% del consumo global de energía estará concentrado en Asia.
La demanda total de electricidad en USA se prevé que crecerá en al menos un 40% hasta el año 2030.
Se estima que una generación de potencia por sobre la existente de mas de 300 plantas (1,000MW) será necesaria para satisfacer el crecimiento en la demanda de energía eléctrica para el año 2030 en USA solamente.
Actualmente el 50% de la generación eléctrica en USA se basa en el uso de combustibles fósiles (Carbón, derivados del petróleo, etc.) mientras que el 85% de las emisiones de gases de incidencia climática global (efecto de invernadero) resultan de actividades que usan energía que consumen formas de combustibles fósiles (básicamente transporte, tráfico de vehículos). Esta situación es similar en la mayoría de los países desarrollados.
Fuentes: Annual Energy Outlook (DOE/EIA-0383(2007)); International Energy Outlook 2007 (DOE/EIA-0484(2007); Inventory of U.S. Greenhouse Gas Emissions and Sinks: 1990-2005 (April 2007) (EPA 430-R-07-002)

Cabe preguntarse entonces: ¿Cual será la incidencia de esto en el costo de las inversiones para países como Chile? ¿Cual será el verdadero acceso al mercado de fabricación de generadores y plantas?

Cabe suponer que las consecuencias de este escenario serán evidentemente tan dramáticos que no solo van a incidir en la vida cotidiana sino en el estilo de vida de cada uno de nosotros.
Un análisis más amplio nos hará concluir que si tal es el panorama para los Estados Unidos de Norteamérica, al menos una demanda similar se notará en los otros países desarrollados. Evidentemente la demanda será también muy grande de parte de todos los otros países, fundamentalmente aquellos de economías emergentes.
La inferencia inmediata de esta situación es que escasamente existe capacidad instalada para satisfacer en tan corto plazo un nivel de demanda de fabricación de generadores de potencia. Una alta demanda y una baja capacidad de fabricación conlleva un alza significativa de costos por lo que debieran existir ya planes de inversión y convenios que tiendan a asegurar acceso a capacidad de generación dentro de los próximos 25 años.
Para una economía emergente como la Chilena, en franco proceso estratégico de incrementar el valor agregado de sus exportaciones, es evidente que una alza en los precios de la energía a causa de su escasez, creciente demanda y limitaciones en el suministro, es un problema grave. El impacto en la industria Chilena y en la sociedad en general tendrá que llevar a consecuencias poco aceptables en un contexto expansivo de la economía. Tal impacto se reflejara irremediablemente en:
Significativa reducción de utilidades a causa de alzas en los costos de producción y operación.
Depleción significativa de los volúmenes de venta de productos cuya producción hace uso significativo de energía.
Pérdida de los niveles actuales de competitividad en sectores que hacen uso intensivo de la energía para su gestión.
Perturbaciones en las cadenas de suministros en la medida que subcontratistas llegan a ser incapaces de mantener niveles de costos, caen en falencia en contratos, etc.
Recientes eventos históricos nos han demostrado además que las consecuencias de catástrofes climáticas, terremotos, cambios en centros de actividad económica, eventos políticos, actos de terrorismo, etc., no son eventos especulativos de escaso valor sino por el contrario realidades objetivas de nuestra vida contemporánea. Toda planificación estratégica seria debe por consiguiente considerar los riesgos de eventos como estos, no es necesario entrar en los detalles de la reducción del suministro de gas a Chile o de lo que puede pasar en Venezuela o Bolivia por ejemplo.
Chile tiene definitivamente limitadas fuentes de recursos energéticos nacionales. Como resultado de ello, el país debe importar una parte muy significativa sino mayoritaria de sus necesidades. Existe además un bajo nivel de diversificación en las formas de producción de energía en el país lo cual incide negativamente en la creciente dependencia en las importaciones de energía, particularmente de gas natural. Como es sabido esto no ha sido carente de consecuencias. En abril de 2004, Argentina comenzó a restringir las exportaciones de gas natural a Chile, con cortes que redujeron el suministro en casi un 50% de los volúmenes contratados en algunos días. Irremediablemente Chile, a su vez, debió tomar acciones reactiva en su política energética que, antes de las restricciones a la importación, había asumido un mayor uso de gas natural y de las importaciones de esta fuente de energía desde Argentina. Chile se ha visto así forzado a buscar otras fuentes de gas natural, como gas natural licuado (GNL) o de gas de otros países.

En 2005, Chile mostró un crecimiento real del producto interno bruto (PIB)1 en un 6,3%, mostrando una continuidad en el crecimiento experimentado en 2004 (6,2 %). Rápido crecimiento de los precios para las exportaciones de minerales, especialmente cobre, son reconocidos internacionalmente como el principio motor de la alta tasa de crecimiento en Chile. La Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco, propiedad estatal) es la explotación minera de cobre más grande del mundo. Aun cuando el cobre y otros recursos minerales constituyen el pilar central de las exportaciones, el comercio de otros productos no tradicionales, como los productos forestales, agropecuarios y productos del mar, han mostrado un crecimiento considerable en los últimos dos decenios. Pese a significativos esfuerzos Chile no tiene aún una exportación basada mayoritariamente en productos industriales de alto valor agregado. La diversificación de exportaciones es de central importancia para el país al mismo tiempo que la importancia de la refinación electrolítica del cobre requiere de acceso a la electricidad a precio estable. Un cambio dramático en las tarifas energéticas o en la demanda internacional del cobre pueden rápidamente cambiar los indicadores de la economía nacional limitando así toda otra posible política de expansión en lo social, educacional, implemento de infraestructuras, etc.
1-Nota: El PIB se calcula como el valor de la producción total final de todos los bienes y servicios producidos en un año dentro de las fronteras de un país. PNB es el PIB más los ingresos que reciben los residentes en el extranjero, menos los ingresos de los reclamados por no residentes.


2.2 El Gas y el Petróleo en Chile

Chile cuenta con muy limitadas reservas en pozos petrolíferos y su capacidad de producción es también muy limitada.

De acuerdo al Oil and Gas Journal (OGJ), Chile tenia reservas verificadas de 150 millones de barriles de petróleos crudos en enero de 2006. Esta es una cifra muy baja a considerar en planificación a futuro. Además, la producción nacional de petróleo es muy limitada. Esta alcanzo escasamente a alrededor de 15,100 barriles por día (bbl/d) durante el 70% de 2006 (cifras disponibles, extrapolada aquí a alrededor de 21,600 bbl/d anualmente).

Por otro lado, el consumo de combustibles implico una demanda diaria estimada en 238,000 bbl/d de petróleo durante el mismo periodo (extrapolada aquí a alrededor de 340,000 bbl/d anualmente). La capacidad de producción de petróleos del país se limita a tan solo un 6,3% de la demanda real.

La región de Magallanes es la única zona productora petróleos crudos en el país. La empresa estatal “Empresa Nacional del Petróleo (ENAP)” controla y maneja estos recursos, en total 23 pozos. Se trata sin embargo de pozos con una producción ya en declinación, además los esfuerzos prospectivos han hasta ahora mostrado resultados infructuosos. Por otra parte La Comisión Nacional de Energía (CNE) mantiene los principios reguladores y de fiscalización y control del sector del petróleo.

Así entonces, el país parece no poder aumentar su taza de producción nacional por lo que la necesidad de las importaciones solo puede crecer aumentando consecuentemente el nivel de dependencia en las importaciones. Este es un punto de importancia central para una planificación estratégica de un suministro nacional adecuado. Debe añadirse que otro aspecto importante es desde donde se importa. La mayoría de las importaciones de petróleos provienen de Argentina, Brasil, Angola y Nigeria, donde algunos de estos países no pueden ser vistos como los más estables y garantes de suministro continuo.

La ENAP es la única productora y refinadora en el país. En 1990, ENAP formo una subsidiaria internacional, SIPETROL, con la ambición de buscar acceso a producción en el exterior que pudiese contribuir a balancear la declinante producción nacional. Sipetrol ha logrado varias inversiones en el exterior en países productores tales como Argentina, Colombia, Ecuador, y Egipto.

Fig. 1 Diagrama comparativo de la producción y consumo de crudos y derivados del petróleo en Chile en las dos últimas décadas.


2.2.1 Oleoductos y refinadoras

SONACOL opera la red de transporte nacional de crudos. Esta compañía opera una extensa red de oleoductos interconectando pozos de producción con refinadoras o centros de consumo. La compañía también opera una flota de barcos tanques. Chile tiene dos líneas transandinas de tuberías para la importación de petróleos con una capacidad de 115,000-bbl/d que importan desde Argentina, además de la línea Arica-Sica, desde Bolivia.

De acuerdo al OGJ, Chile tiene una capacidad de refinar 226,800 bbl/d de petróleos crudos (por debajo de una demanda estimada en 238,000 bbl/d). El país cuenta básicamente con tres refinadoras, todas operadas por ENAP. La más importante con una capacidad de 113,400-bbl/d sería la refinadora de BioBio.

Aún cuando ENAP ha estado expandiendo su capacidad refinadora mediante significativas inversiones,
el problema esta en que Chile consume ~ 1570% mas de su capacidad de producción de petróleos. Esta es definitivamente una situación muy difícil ya que el país pasa en la practica a depender exclusivamente de las importaciones para su suministro con todas las incidencias que esto conlleva para el desarrollo harmónico de una economía creciente a mas de afectar a absolutamente todos los sectores de la economía nacional que dependen del petróleo.

Las implicancias de esto no son responsabilidad exclusiva ni hoy ni menos en el futuro de solo las autoridades sino de organizaciones, instituciones, individuos, etc.

Es interesante analizar el grado de dependencia de las importaciones en el nivel del consumo interno. El diagrama anterior muestra que la situación de los países vecinos es indiscutiblemente muy superior a la de Chile.

Fig. 2 Diagrama comparativo del nivel de consumo de petróleos y sus derivados expresado como fracción de la producción interna.


El escenario evidenciado en la Fig. 2 hace evidente que existe a todo nivel una necesidad urgente de crear un alto grado de conciencia y participación en las medidas tendientes a economizar y optimizar el uso de la energía. Es evidente que es extraordinariamente necesario que exista una clara conciencia de la necesidad de abordar el desarrollo de estrategias y políticas a nivel continental, regional, nacional, institucional, educacional y empresarial, y aún también a nivel deportivo, domestico, individual, etc.

2.2.2 El gas natural
Chile depende de importaciones para casi la totalidad de su demanda de gas natural.

El OGJ informa que Chile tenía 99.109 billones de metros cúbicos (Bm3) de reservas propias de gas natural a enero de 2006. La escasa producción nacional solo alcanzaba a 1,090 millones de metros cúbicos (Mm3) en 2004. Aun cuando la ENAP en Chile ha tratado vigorosamente de encontrar nuevas reservas los esfuerzos no han logrado mostrar resultados significativos.

Como se ha mencionado Chile ha aumentado en forma increíble su dependencia del gas natural a partir de 1996-1997 pese a o a causa de sus muy limitadas reservas propias. Estratégicamente esto refleja una política energética que se evidencia como una de las más erradas medidas de suministro estratégico de energía para el país. El país venia exhibiendo un consumo restringido debido a su bajo nivel de producción donde el gas natural alcanzaba a un 8% del consumo energético total en 1996 (Total Energy Consumption: TEC).

A partir de 1996-97 se nota un aumento del consumo interno, con ello un aumento de la demanda de energía. Internacionalmente se incremento también el grado de conciencia en los efectos en el medioambiente a lo que Chile no es ajeno.

Fig. 3 Diagrama comparativo de la década 94-04 entre el consumo y la producción interna de Gas natural
(para convertir a m3 multiplique por 0.0283).


Tal escenario en el consumo de gas natural en Chile evidencia circunstancias que muestran la implementación de una política reactiva sin gran significado estratégico al unilateralmente promocionar una apertura a la importación en gran escala del gas natural desde Argentina a partir de 1997. A partir de entonces el consumo interno de gas natural a crecido a un promedio de alrededor de un 22% anual llegando a cubrir un 26% del TEC en 2004. Esta tendencia debió haber sido tempranamente observada dando lugar a una revisión de las políticas de suministro estratégico de energía que incrementaran la diferenciación del suministro y estimularan el ahorro de energía, así como una revisión de las medidas de control y regulación para asegurar un crecimiento harmónico y sostenido. Cabe agregar que Chile es un país con una exportación creciente pero todavía próxima a materias primas y productos básicos, un desarrollo deseable implica un estimulo de la producción industrial de mas alto valor agregado lo que a su ves supone un acceso a fuentes estables y competitivas de suministro energético.


2.2.3 Gaseoductos
Sistema Doméstico
La ENAP opera el sistema y circuito de tuberías de distribución de gas natural que conecta los campos de producción de Magallanes a los mayores centros de transporte o consumo.
Gaseoductos de importación
Hay siete sistemas de gaseoductos que interconectan a Chile con su proveedor definitivamente mayoritario, Argentina, todos construidos durante la década del 90. Tres de ellos cubren la región Austral: Tierra del Fuego, El Cóndor-Posesión, y Patagonia suministran metanol a las plantas operadas por Methanex, uno de los consorcios mundiales más grande productores de metanol. Paradojalmente sin embargo, Methanex exporta la mayor parte del metanol producido a los Estados Unidos y Asia. Por otra parte las plantas de Methanex han sufrido fuertemente las consecuencias del suministro irregular del gas natural importado desde Argentina (véase la Fig. 4) lo que ha concluido en la necesidad de cerrar o interrumpir algunas operaciones de plantas.

En el Norte Grande, las tuberías de gas de la compañía GasAtacama van desde Cornejo en Argentina a Mejillones en Chile. La compañía es de propiedad de ENDESA y de CMS (USA) y posee cerca de 935 Km en las tuberías de GasAtacama suministrando 8.5 millones de m3/día (Mm3/d) a su planta de Nopel. En el norte también opera a razón de 7.1 Mm3/d NorAndino, de propiedad de la compañía Belga Tractebel, con tuberías que corren paralelas a GasAtacama. En la región central, opera con unos 470 km de tuberías con una capacidad de transporte de 8.8 Mm3/d la compañía GasAndes, principalmente de propiedad de Total, conectando Neuquen en Argentina con Santiago, Chile.

También en la región central hay 530 km, 9.6 Mm3/d donde Gasoducto del Pacifico conecta Neuquen al Chile Central cuyos propietarios mayoritarios son TransCanada, El Paso, y Gasco, Gasoducto del Pacífico. Ellos suministran a distribuidores municipales y a plantas termo-eléctricas operadas a gas natural.

En abril de 2006, la compañía Gaseoducto del Pacifico entrego un estudio de impacto al medioambiente para una propuesta de expansión de su sistema de gaseoductos a fin de extender sus operaciones interconectando la línea troncal central con la planta de potencia Campanario en Cabrero.




Fig. 4 El diagrama muestra el crecimiento sectorial del consumo de gas natural para el periodo 2004-2012.


Durante los últimos años Argentina ha interrumpido el suministro de gas a Chile, particularmente en el 2004 Argentina cayo en una crisis energética que la forzó a cerrar o disminuir el flujo de gas natural. Desde entonces el flujo se ha visto reducido considerablemente fluctuando entre un 20 a un 50 % por debajo de los volúmenes contratados, incluso con interrupción total del suministro en ocasiones, por ejemplo durante dos semanas en agosto de 2006. Por añadidura Argentina ha introducido un alza tributaria a las exportaciones del 20 al 45% además de alzas de precios. Es fácil imputar a Argentina de incumplimiento de contratos o interrupciones de suministro, sin embargo es el derecho soberano de Argentina a dar prioridad en primera instancia al su propia demanda interna. Problemas estructurales en el sector energía de Argentina muy probablemente van a continuar siendo una fuente de perturbaciones en el suministro para Chile y por ello es Chile el que debe diferenciar su suministro y elaborar estrategias que aseguren un suministro estable (Para un estudio de la situación en Argentina véase por ejemplo “Argentina Country Analysis Brief”).


2.2.4 Gaseoductos en construcción

Naturalmente a causa de las interrupciones en el suministro y con una infraestructura en necesidad de gas natural Chile ha buscado opciones a su suministro. Además de las posibilidades del gas licuado, otros gaseoductos de importación de gas se han considerado. Por ejemplo la ‘Suez Energy Internacional’, una subsidiaria de la compañía Belga ‘Tractabel Inc.’, ha realizado estudios para una posible conexión de gaseoducto entre el norte de Chile y el proyecto Camisea del Perú. Tal proyecto implicaría 1 497 km de tubería entre Pisco, Perú y Tocopilla en Chile, con una capacidad instalada de transportar 22.9 Mm3/d. Adicionalmente, tal proyecto permitiría eventualmente, mediante una interconexión con GasAtacama y NorAndio, una potencial exportación desde el Perú a Argentina; ello como parte de algunos planes publicitados de un anillo energético o de un Gaseoducto Sudamericano. Existe la opinión técnica de que tal anillo de gaseoductos con una longitud de más de 3 000 km ofrece dificultades de operación a mas de demandar un nivel de inversión muy alto lo cual hace que plantas de gas licuado sean más rentables que estos planificados circuitos de gaseoductos. Una razón mas a considerar en una planificación estratégica adecuada y racional de planes de suministro seguro de energía para el país.

2.2.5 Gas Natural Licuado (LNG)

Como alternativa al gas natural, Chile ha iniciado la importación de LNG a fin de independisarse algo de su dependencia de Argentina. En Febrero de 2006, ENAP acepto una oferta de BG Group para la construcción de una planta regasificadora de LNG en las cercanías de Quinteros. La construcción fue iniciada en 2006 y se espera que entre en operaciones en 2009 con una capacidad de producir alrededor de 9.3 Mm3/d. La ENAP cuenta ya con contratos de suministro de NLG con distribuidores mayoristas.

Existe información de que en 2006 CODELCO eventualmente habría iniciado el desarrollo de un Terminal de importaciones de LNG en el norte de Chile a fin de facilitar el suministro a consumidores industriales. La empresa Suez aparentemente también habría considerado ya en 2006 la posibilidad de invertir en facilidades portuarias para la importación de LGN. El estado actual del desarrollo de tales propuestas de inversiones no ha podidos ser identificado en la literatura disponible.


2.3 Carbón
La mayor parte del consumo del carbón en Chile es debido a su uso para la generación de electricidad.

Chile tiene reservas recuperables de carbón de 1 300 millones de toneladas cortas (MMST). En 2004, el país se consumió 5.7 MMST mientras que la producción fue de solo 0.4 MMST. La producción doméstica de carbón se encuentra centrada en Lota y Coronel y en menor escala la zona del extremo sur en Tierra del Fuego. El país tiene dos minas operadas por la Empresa Nacional del Carbón (Enacar) y La Compañía Carbonífera San Pedro de Catamutún (CCSPC), respectivamente. El consumo del carbón ha tendido a fluctuar durante el periodo de auge en el uso del gas natural ya que el sector energético utiliza tal combustible en gran parte solo como alternativa a otras fuentes primarias de energía. Es muy probable entonces que el consumo de carbón mostrará un aumento en las estadísticas de los años recientes y próximos, especialmente a partir de la falencia de suministro de gas natural. Pese a su producción interna, el país importa carbón ya que su propio suministro es insuficiente, por ejemplo en 2004, la mayoría de las importaciones de carbón procedían de Australia, pero también de Indonesia y Colombia.
2.4 ElectricidadTop of Form
La mayor parte del suministro de electricidad proviene de energía hidroeléctrica, aun cuando la importancia de las fuentes térmicas convencionales creced continuamente. En 2004, Chile tenía una capacidad instalada total de generación de electricidad de 10.7 Giga-watts. En el mismo año, el país produjo 50.9 Billones de kWh (Bkwh) de electricidad mientras que el consumo alcanzo a 49.1 Bkwh. La mayor parte de la electricidad consumida en Chile proviene de generación hidroeléctrica, la que en la estadística del 2004 alcanzo al 43% del consumo total. Es evidente que la contribución de fuentes térmicas convencionales ha crecido rápidamente desde el inicio de las importaciones de gas natural de Argentina desde finales de 1990.

2.4.1 Organización del Sector Eléctrico
El sector eléctrico fue privatizado en Chile en la década de 1980, desde entonces la generación, transmisión y distribución se encuentran en manos de consorcios y capitales privados. La Comisión Nacional de Energía es principalmente el organismo de regulación gubernamental en Chile del sector eléctrico, junto con el Ministerio de Economía y Energía (MEE). Existe aparentemente la decisión política de formar un Ministerio de la Energía dentro de algún futuro próximo. Esto es sin duda de gran significación para un sector de tan vital importancia para el país.

Chile tiene cuatro sistemas eléctricos: el Sistema Interconectado Central (SIC), que atiende a la parte central del país; el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING), que atiende a las regiones mineras del desierto en el norte los sistemas de Aysen y Magallanes que proporciona electricidad a una fracción pequeñas del área total del extremo sur del país. Estos sistemas son prácticamente autónomos ya que las distancias entre los cuatro hacen que una integración sea extraordinariamente difícil. Sería sin embargo deseable contar con formas avanzadas de control y manejo de redes que permitan análisis detallados de cambios de impedancia, de nuevas cargas, de caídas de subestaciones, etc., a fin de mantener un recurso de valor estratégico en el manejo moderno de redes.

Además, en una política diferenciada que permita la integración a la red de pequeños productores, se requiere del análisis continuo del acoplamiento y caída de sus producciones. Transelec controla casi toda la red de transmisión nacional que sirve a los cuatro sistemas. En el 2006, Hydro-Quebec vendió su participación mayoritaria en Transelec a un consorcio de inversionistas privados por lo que no se ha podido estudiar a fondo el sistema actual de tenencia la red de transmisor del país.
Bottom of Form



Fig. 5 Distribución de la capacidad de generación de electricidad de Chile según EIA.


De los cuatro sistemas de electricidad, el más grande es el SIC ya que cubre los principales centros de población en torno a Santiago y atiende así en más del 90 % a clientes domiciliarios. En el SIC, el actor más importante es Enersis, de propiedad mayoritaria de la española Endesa. Enersis tiene participaciones de control de la mayor empresa de generación y en la más grande empresa de distribución, Chilectra, que atiende a alrededor de la mitad de la población de Chile.
A diferencia de la gran cantidad de consumidores domésticos en el SIC, SING sirve a la mayoría de los grandes clientes industriales, principalmente empresas mineras las regiones del norte. También a diferencia de la SIC, la gran mayoría del suministro de energía eléctrica del SING proviene de fuentes térmicas, principalmente alimentadas a gas natural importado de Argentina. La mayor compañía de generación en el SING es Electroandina, de propiedad de Tractebel y Codelco

2.4.2 Energía hidroeléctrica

La energía hidráulica ha sido históricamente la principal fuente de energía primaria en la generación de electricidad en plantas hidroeléctricas. Las sequías, sin embargo, periódicamente han reducido la producción hidroeléctrica, causando escasez de suministro y apagones. A esto se puede agregar que por la naturaleza de las hoyas hidrográficas de Chile el suministro hidroeléctrico esta compelido a mostrar significativas fluctuaciones anuales resultando así en una fuente de suministro difícilmente confiable en tiempos de variación climática. El rol de la energía hidráulica ha ido disminuyendo a medida que a partir de 1990 se ha intensificado la construcción de plantas termoeléctricas basadas en la combustión de gas natural.

Después de haber sido demorada en varios años por la oposición de residentes locales y activistas ambientales, la planta Ralco de Endesa de energía hidroeléctrica en el río Biobio comenzó a funcionar en septiembre de 2004. Ralco es la mayor planta de energía en Chile, con una capacidad de generación de 570 megavatios (MW) que en el 2004 se decidió ampliar a una capacidad de 690 MW.




Fig. 6 Capacidad instalada en Chile de generación eléctrica en cada región y por tipo de generación. Aún cuando Aysen tiene generación hidroeléctrica, su contribución es marginal.


La crisis del suministro de gas natural desde Argentina ha actualizado y revitalizara otros proyectos de energía eléctrica en Chile, en particular de energía hidroeléctrica. La compañía generadora de electricidad de Colbun anunció en noviembre de 2004 la construcción de 70 MW de una planta hidroeléctrica en el río Laja, la planta de Quilleco, la que recibió aprobación reglamentaria y financiera de 80 millones de dólares ya en 1999 entro en operaciones a fines del 2007. Se caracteriza por ser una planta de generación usando aguas de pasada, no de embalse, al igual que la planta de aguas arriba de Rucúe con la cual comparte características similares de volumen de agua y construcción. Tanto la central Rucúe como la central Quilleco están en la descarga del Lago Laja, lo cual les permite aumentar su producción en años secos como consecuencia del mayor uso del agua embalsada en dicho lago. Colbun también está desarrollo la Planta de Chiburgo (19 MW) y Hornitos (55 MW). Endesa tiene previsto terminar el 32 MW Palmucho planta, que trabajará en conjunto con la empresa del servicio de Ralco, en el segundo semestre de 2007. Australia's Pacific Hydro y de Noruega SN Power Invest están desarrollando los 155 MW-La Higuera planta hidroeléctrica en el río Tinguiririca, programada para completarse en 2008.


2.4.3 Plantas Térmicas Convencionales
Fuentes térmicas convencionales, sobre todo aquellas a gas natural, han llegado a ser cada vez más importante para el suministro de energía eléctrica como una manera de reducir la susceptibilidad a las fluctuaciones por estaciones de la energía hidroeléctrica. En el circuito SIC, las fuentes térmicas convencionales responden por aproximadamente el 50% del suministro total de electricidad, mientras que en el SING constituyen la casi totalidad de la oferta.
Existen numerosos proyectos de plantas de energía eléctrica que dependen del desarrollo de gaseoductos para Chile. Colbun maneja un proyecto de planta termoeléctrica, Candelaria de 250 MW con una técnica de turbinas de ciclo combinado a gas natural (CCGFT). Endesa tiene previsto completar su planta CCGFT de San Isidro, cerca de Santiago, a 370 MW. Cruz del Sur, un fondo de capital privado, comenzó en abril de 2006 la construcción el proyecto Campanario de 120 MW, una planta generadora de electricidad alimentada con gas natural en la zona central de Chile la que también tendrá la posibilidad de operar con petróleo diesel. Cruz del Sur adquirió el proyecto de Innergy Holdings, un distribuidor local de gas que había decidido no seguir adelante con el proyecto.

Algunos proyectos previstos, sin embargo, se han retrasado. Por ejemplo AES Gener, una subsidiaria de AES Corp., con base en Estados Unidos, solicitó la aprobación a principios de 2005 para construir una planta CCGFT de 740 MW en Totihue, al sur de Santiago, sin embargo, una combinación de la oposición local a la planta y la incertidumbre sobre el futuro suministro de gas natural obligaron a la empresa a postergar el proyecto; la situación actual es desconocida. Muchas de la plantas en vías de construcción o como proyectos contemplan la posibilidad de usar alternativamente el gas natural o petróleos.
Debido a la crisis en el suministro de gas natural, las centrales eléctricas alimentadas a carbón han recibido una atención renovada. A principios de 2006, Guacolda (de propiedad mayoritaria de AES) recibió la aprobación para una planta de de 200 MW. AES también recibió en agosto de 2006 la aprobación para expandir en 250 MW el servicio de 340 MW de Ventanas. Otras empresas que han manifestado interés en la construcción de nuevas plantas de carbón son BHP Billiton (300 MW), Endesa (350 MW), y Suez (400 MW).
A más largo plazo, el gas natural licuado podría ser otra fuente importante de combustible primario para la generación de electricidad. ENAP tiene previsto desarrollar una central eléctrica a gas licuado en las cercanías de su refinadora Aconcagua. Endesa también ha declarado que el proyecto de San Isidro será alimentado desde un posible Terminal de Gas Licuado Natural de importación.





2.5 Fuentes Renovables

Fuentes renovables de suministro energético contribuyen solo con una fracción ínfima a la producción total de electricidad en Chile.

Existen algunas plantas eólicas instaladas y al parecer hay varias planificadas, no hay sin embargo datos detallados al respecto. Las plantas Eólicas se caracterizan por una producción intermitente lo que conduce a problemas reactivos de acople a la red, de harmónicos, de regulación de frecuencia, etc. En general el costo de inversión es del orden de US$ 1 400/kW con un potencial de ROI del 8 – 10% en condiciones óptimas lo que supone una velocidad media de los vientos del orden de 8 a 10 m/s.

Solo recientemente ha surgido un relativamente débil interés por potenciales de la Geotermia. Geotérmica del Norte, un consorcio de ENAP y Enel, comenzó un trabajo prospectivo en 2001. En 2006 Geotérmica del Norte solicito una conseción para desarrollar y explotar fuentes geotérmicas en El Tatio, región norte de Chile. Chile Wireless Energy anuncio hace algún tiempo un débil plan de construir tres estaciones eólicas de 5 MW, al mimo tiempo que la ENDESA anuncio planes de instalar una planta eólica de 10 MW.

Otras formas de energía como la solar o el uso de olas y mareas como fuentes primarias para la producción de electricidad no parecen ser explotadas en Chile. Otras fuentes como la de los digestores orgánicos es aún incipiente y aparentemente solo existen intentos pilotos al respecto.

Se dice que las leyes No. 19940 y No. 20018 constituyen instrumentos en los cuales se cifran expectativas positivas para el desarrollo de generación eléctrica a partir de fuentes de energía primaria renovables no convencionales. Existen sin embargo dos barreras tradicionales al respecto, primero los altos costos iniciales de inversión y segundo la elección de tecnología mas adecuada. Las preguntas al respecto son ya conocidas:

• ¿Qué tecnologías de las energías renovables, aplicaciones y modelos de negocio son más prometedores?
• ¿Cómo pueden satisfacer los servicios públicos legislativos y reglamentarios mandatos de las necesidades de cambios de manera más eficiente?
• ¿De qué forma los consumidores valoran las alternativas de suministros desde fuentes energías renovables?
• ¿Cómo pueden los servicios públicos explotar las oportunidades de mercado de consumo de energía valorando la opción de las energías renovables?


2.5.1 El medioambiente
Tanto la intensidad en el uso de la energía como en las emisiones de dióxido de carbono son próximos a los niveles medios del cono sur.

La dependencia de Chile de la energía hidroeléctrica y gas natural como fuentes de energía han tendido de alguna manera a mantener las emisiones de dióxido de carbono relativamente bajas, con una concentración mensurable de dióxido de carbono cercana a la media regional. Las principales amenazas al medioambiente en Chile son la contaminación atmosférica a causa del transporte y las emisiones industriales, la contaminación de aguas por ausencia de tratamiento de aguas industriales residuales, la deforestación y la erosión del suelo.

La contaminación del aire en Santiago es el más evidente y grave problema ambiental en Chile. Por ello debiera existir un fuerte estimulo al uso de combustibles alternativos en Chile el sector de la industria y el riguroso controles de emisiones vehículos así como de estímulo a los sectores energéticos.

En 2005, el producto interno bruto (PIB) real creció en Chile a 6,3%, continuando el fuerte crecimiento experimentado en 2004 (6,2%). El extraordinario Auge en los precios de las exportaciones de minerales, especialmente cobre, han sido el principio motor de la alta tasa de crecimiento experimentado en Chile. De propiedad estatal, La minería del cobre principalmente a través de la empresa estatal Corporación Nacional del Cobre (Codelco) constituye el bloque productor de cobre más grande del mundo. Si bien el cobre y otros minerales siguen siendo los pilares de las exportaciones de Chile, el comercio de otros productos no tradicionales, tales como los productos forestales, agrícolas y del mar, han crecido considerablemente en las últimas dos décadas.

Los recursos energéticos nacionales muy limitados, como resultado, el país debe importar la mayor parte de sus necesidades energéticas. La creciente dependencia en las importaciones de energía, particularmente en gas natural, no ha sido sin consecuencias para Chile. En abril de 2004, Argentina comenzó a restringir las exportaciones de gas natural a Chile, con una reducción de casi el 50% de los volúmenes contratados, aún cuando no en forma continua, al menos durante algunos días. Chile, a su vez, comenzó a reconsiderar su política energética, que, con anterioridad a las limitaciones impuestas a las importaciones desde Argentina, ya que había establecido una estrategia prioritaria en el uso del gas natural en la generación de electricidad. Lo que es más importante, Chile ha comenzado a buscar otras fuentes de gas natural, tales como gas natural licuado (GNL) o la instalación de gaseoductos desde otros países. Esto hay que sumarlo al hecho que las exportaciones son todavía mayoritariamente de productos de bajo nivel tecnológico agregado.


Algunas cifras Globales sobre el uso de la Energía.
Reservas de probadas de petróleos (Enero 1, 2006 Est.) 150 millones de barriles
Producción de petróleo (2006 Est.) 15 100 barriles por día (22% como crudos) l.
Consumo de petróleo (2005 Est.) 238 000 barriles por día.
Capacidad de refinación de Crudos (2006 Est.) 226 8000 barriles por día
Reservas probadas de Gas Natural (2006 Est.) 99 110 millones de m3
Producción de Gas Natural (2004 Est.) 1 090.2 millones de m3
Consumo de Gas Natural (2004 Est.) 8 461.1 millones de m3
Reservas Recuperables de Carbón (2003E) 1 301.8 millones de toneladas cortas
Producción de Carbón (2004E) 0.4 millones de toneladas cortas
Consumo de Carbón (2004E) 5.7 millones de toneladas cortas
Capacidad de producción de electricidad (2004E) 10.7 GW
Producción de Electricidad (2004E) 50.9 billones de kWh.
Consumo de Electricidad (2004E) 49.1 billones kWh
Consumo total de Energía (2004E) 1.2x1015 Btu o 1.2 Cuatrillones de Btus
De los cuales Oil (41%), Natural Gas (26%)
Hidroelectricidad (18%), Carbón (12%)
Otros Renovables (1%)
Nuclear (0%)
Consumo Total per Capita de Energía (2003E) 69.8 millones Btus
Intensidad de la Energía (2004E) 5,982.7 Btu per $2000-PPP**
Panorama Medioambiental
Emisión de CO2 a causa de la Energía (2003E) 53.8 millones de toneladas métricas
De las cuales Petróleos (51%), Gas Natural (26%),
Carbón (22%)
Emisión de CO2 per Capita (2003E) 3.4 toneladas métricas
Intensidad del CO2 (2004E) 0.3 toneladas métricas/miles de $2000- PPP**
Hechos en el Medioambiente Amplia deforestación – erosión
Explotación minera contaminante
Contaminación atmosférica industrial
Contaminación atmosférica por vehículos
Contaminación de aguas de superficie Contaminación de aguas subterráneas. Contaminación por desagües
Gas Natural en Chile en 2005Unidad: TJ – en términos de valor básico calorífico bruto (gross calorific value basis)
TJ % %
Producción 82250 25.1
De otras fuentes 0
Importaciones 245627 74.9
Exportaciones 0
Otros 0
Suministro Domestico total 327877 100.0

Transformación Total 126144 38.5
Plantas Eléctricas 126144
Plantas Térmicas 0
Refinerías de Petróleo 0
Otras Transformaciones 0

Sector Energético 8121 2.5
Pérdidas por Distribución 19875 6.1

Consumo Total Final 173737 52.9
Industria 150496 86.6
Transporte 1434 0.8
Residencial 16066 9.1
Agricultura y Forestal 2149 1.2
Pesca 0 0
Otros no-especificados 0 0
Usos no-Energéticos 0 0
100.0 100.0
* Contenido energético de los Gases están expresados en Tera-joules (TJ) en términos del valor básico calorífico bruto (gross calorific value basis).
Indicadores Básicos y Derivados, Chile, datos del 2005.
Indicadores Básicos

Indicadores Derivados
Población (millones)
16.30
TPES/Populación (toe/capita)
1.81
GDP (billones 2000 US$)
93.22
TPES/GDP (toe/miles 2000 US$)
0.32
GDP (PPP) (billones 2000 US$)
174.35
TPES/GDP (PPP) (toe/miles 2000 US$ PPP)
0.17
Producción de Energía (Mtoe)
9.12
Consumo de Electricidad / Población (kWh/capita)
3074
Importación Neta (Mtoe)
22.01
CO2/TPES (t CO2/toe)
1.98
TPES (Mtoe)
29.57
CO2/Populación (t CO2/capita)
3.60
Consumo de Electricidad* (TWh)
50.10
CO2/GDP (kg CO2/2000 US$)
0.63
Emisión de CO2** (Mt de CO2)
58.62
CO2/GDP (PPP) (kg CO2/2000 US$ PPP)
0.34
*Producción total bruto + importaciones – exportaciones- perdidas por transmisión/distribución**Emisión total de CO2 como resultado de la combustión de combustibles. Las Emisiones han sido calculadas usando los balances energéticos de la IEA con métodos que fueron revisados 1996 en líneas de guía de IPCC.
Las estadísticas del consumo total de energía incluye petróleos, gas natural seco, carbón, hidroeléctrico, nuclear, geotérmico, solar, eólico, dentro energía, y perdidas energía eléctrica por distribución.

Las estadísticas del consumo de energía provenientes de Fuentes renovables se basan en los datos de la Internacional Energy Agency (IEA) e incluye potencia hidroeléctrica, solar, eólica, de mareas, geotérmica, biomasa sólida y productos animales, biomasa gaseosa y liquida, desechos y basuras industriales y municipales. La distribución sectorial del consumo de la energía y las emisiones de carbonos están también basadas en cifras de la IEA.

**Las cifras GDP de las estimaciones de OECD están basadas en la taza de cambios de la paridad de la capacidad compra (purchasing power parity) PPP.

TPES Suministro primario total de energía.GDP Gross Domestic Product: PNB.PPP Purchasing Power Parity (PPP)
LPG Gas de petróleo liquidificado
NGL Gas natural liquidificado
TCE Tonelada de equivalente en carbono
TOE Tonelada de equivalente en petróleo




Fig. 7. La figura tomada de la Internet muestra la correlación entre

El consumo anual de kWh/habitante o per cápita ha sido utilizado como un indicador del Standard de vida de los países. En Chile el promedio per cápita alcanza hasta donde se puede estimar a alrededor de 3 020 kWh por año per cápita. Otros cálculos publicados estiman este nivel de consumo mas próximo a los 4 000 kWh por año per capita lo que daría un índice del estándar de vida o de desarrollo humano de 0.867, lo que posiciona a Chile en la 40ava posición entre 177 países del mundo (véase ‘The Human Development Index’). Esto es interesante ya que para aumentar el índice de estándar de vida será necesario dar una muy alta importancia al suministro energético ya que doblando el consumo eléctrico actual se lograría elevar el estándar de vida a 0.89, lo cual es muy alto naturalmente, sin embargo no imposible de lograr.

4. Reflexiones acerca de una Política Energética y un Desarrollo Sostenible
El desarrollo sostenible es hoy en día una necesidad irrefutable y global, por ello constituye un marco básico de toda estrategia de desarrollo y por extensión de las estrategias de suministro energético de los países. Consecuentemente, los países tienden a establecer marcos legales e institucionales para consolidar estrategias de desarrollo que conlleven un crecimiento económico en equidad social haciendo uso razonable de sus recursos naturales.
Se ha informado sin embargo en la literatura que en algunos países se perciben problemas estructurales inherentes a la implementación de políticas de desarrollo sostenible dentro del marco de estructuras tradicionales. Como resultado de varios análisis se detectan faltas significativas de coordinación entre diferentes acciones políticas y administrativas implementadas por las instancias encargadas de la definición y aplicación de ellas.
Además de la mencionada falta de integración orgánica entre distintas instancias, se muestran también otros factores que definitivamente parecen ir en contra de políticas para un desarrollo sostenible verdaderamente eficientes. Entre ellas se muestran evidentemente una insuficiencia de debate público y de coordinación cooperativa entre los actores oficiales, las fuerzas económicas y la sociedad civil a escala local, regional y nacional. Refiriéndose al marco de experiencia Europea, es evidente que se necesitan aportes excepcionales para integrar y consolidar políticas del medioambiente en coordinación con estrategias de desarrollo sostenible que armonicen metas ambientales, sociales y económicas a largo plazo.
El sector energético desempeña naturalmente un papel de importancia fundamental en el desarrollo económico. Sin embargo, al mismo tiempo es aparente que en muchos países el sector energético que comprende la extracción, producción, transporte y uso de la energía, no marcha en consonancia con estrategias que restrinjan o estimulen acciones limitantes de efectos contaminantes y de emanación de gases de efecto invernadero (NOx, COx, halogenos, etc.).
Existe una variedad de informes de diversas investigaciones en Europa que comprueban que la problemática energética y su impacto negativo sobre otras áreas de la economía, sociedad y el ambiente se origina en parte en la dificultad que tienen los gobiernos para adoptar una perspectiva a largo plazo en la planificación y utilización de los recursos energéticos, así como en la definición de políticas coherentes entre sí. Por ejemplo, las situaciones derivadas de crisis en el suministro y oferta de energía llevan a la aplicación de soluciones contingentes a corto plazo que invariablemente originan problemas en conflicto con estrategias ambientales. Por otra parte las soluciones a largo plazo dan lugar a una confrontación estratégica con objetivos de políticas establecidas en otras áreas (ambiente, finanzas, macroeconomía), dando así lugar a oportunidades de integración armónica de objetivos.
Así entonces, parece altamente recomendable enmarcar un Programa de Política Energética para el Desarrollo Sostenible claramente coordinado con todas las instancias relevantes en forma amplia y que abarque el conjunto de las actividades sectoriales necesarias para integrar políticas y planificación estratégica con principios económicos, sociales y ambientales del desarrollo sostenible.
Un tal programa requiere de un análisis y evaluación crítica y continua de casos reales de integración de la política energética con el desarrollo sostenible. Al mismo tiempo es importante realizar jornadas de sensibilización y de dialogo político en cada uno de los sectores en juego. El objetivo sería desarrollar las capacidades de todos los actores para que cooperen en la formulación y ejecución de una política energética que sea compatible con los principios de competitividad, responsabilidad social y protección del medioambiente.
Una política y estrategia de suministro energético correctamente implementada en coordinación con objetivos de desarrollo sostenible debiera mostrar resultados en:
Uso eficiente de la energía y crecimiento económico.
Evolución de las políticas de comando y control y aquellas basadas en instrumentos de desarrollo sostenible.
Implementación armónica de vínculos claves entre la política energética y el ambiente.
Implementación y transferencia tecnológica adecuada a un uso racional de la energía y la protección de bienes públicos.
Desarrollo continuo de responsabilidad social y desarrollo sostenible avanzado.
Control sobre posibles conflictos políticos relacionados con la distribución y utilización de recursos energéticos cada vez más escasos.
5. Sugerencias para una estrategia de eficacia energética.
La eficacia energética es el uso moderado, económicamente eficaz y ecológica y socialmente soportable de las energías. Eso significa un cambio de costumbres de producción, transporte y consumo de energía, especialmente la utilización de métodos y de materiales más adaptados (mejor aislamiento de los edificios, por ejemplo).
Las estrategias de eficacia energética concentran sus tareas en torno a tres cuestiones centrales:
· Cambio básico de enfoque: El uso de la energía se discute a menudo como el aporte de petróleo, madera, carbón, energía eólica, etc. mientras que en realidad el problema central esta en satisfacer en forma óptima las necesidades de los individuos, de las empresas y de las organizaciones relativas a calefacción, electricidad, cocción, fabricación de materiales, etc. Consecuentemente hay que fomentar programas de formación y de educación para centrar las políticas energéticas eficientes, no las exigencias de producción sino la satisfacción de las necesidades energéticas requeridas por el desarrollo soportable y la calidad de vida (Aquí hay que enfatizar la importancia de identificar la demanda, optimizar la eficacia a nivel del usuario, minimizar las perdidas por transporte y generar lo necesario).
· Promover la implementación de medios financieros adaptados: La realización de proyectos (construcción de edificios, puesta a nivel de infraestructuras de transportes, etc.) con una preocupación por la eficacia energética implica en general una inversión suplementaria con respecto a un proyecto clásico. Es necesario entonces concebir mecanismos de financiación adaptados e incitar su uso.
· Implementar los medios institucionales y humanos necesarios: Para crear los servicios necesarios así como los organismos encargados de promover políticas de eficacia energética, ya sea a nivel nacional, regional como institucional (Educación, transferencia de tecnología, etc.) se requiere de medios institucionales y humanos bien entrenados y capacitados. Quizá incluso promoverlo a nivel mundial (Por ejemplo la creación de una Agencia Mundial para la eficacia energética que garantice transferencia de tecnología a bajo costo, usando para ello el PPP: ‘Polluters pay Principle’, los países desarrollados debieran pagar mas).

6. La gestión energética a nivel empresarial e institucional
Ya hemos señalado que el problema de la energía en el mundo y en Chile en particular es un desafío que debemos ser capaces de enfrentar a nivel global, regional, nacional, empresarial e institucional y aún a nivel personal. En el contexto de tal desafío los empresarios y directores de distintas organizaciones tienen un papel de extrema importancia que jugar en la medida que las gestiones de estas instituciones son dependientes y hace uso de un recurso nacional para lograr sus objetivos y beneficios económicos. Ética y moralmente no basta con pagar por el consumo, es también obligación de ellos velar por un consumo optimizado, racional y compatible con ordenanzas del medioambiente. Es mas, al término de la gestión deben todavía considerar en sus presupuestos los medios económicos necesarios para sanear y restituir los posibles impactos al medioambiente de la totalidad de la gestión y desmantelado de instalaciones.

Aquí cabe aventurar una postura audaz desde el punto de vista filosófico. En la categoría de Instituciones y Organizaciones cabe destacar las fuerzas armadas, organizaciones que generalmente gozan de una parte significativa del presupuesto nacional como recursos de operación anual. Ellas están destinadas a proteger la nación y en términos objetivos deben hacerlo permanentemente, es decir en tiempos de paz en primera instancia, en tiempos de crisis y ojala que nunca lleguen a tener que hacerlo, también en tiempos de guerra. El estado deseable para la nación es naturalmente el estado de paz y por consiguiente deben también en tal periodo ponerse al servicio de la nación para abordar una situación crítica como la de un suministro estratégico de energía que garantice el estado deseable de la nación, vale decir el de los tiempos de paz con un desarrollo democrático. Cabe esperar entonces un rol activo y estratégico de las fuerzas armadas en la planificación estratégica de asegurar un acceso a la energía que garantice el desarrollo harmónico y sostenido de la nación a fin de consolidar los tiempos de paz, de desarrollo y de bienestar de un país que busca integrarse al mundo moderno industrializándose, desarrollando todos sus sectores y luchando activamente por preservar lo mas valioso de su territorio conservando el medioambiente.
Para tal objetivo de empresas e instituciones existen una variedad de modelos que pueden usarse para encontrar estrategias adecuadas, aquí solo se discute un posible modelo, el modelo de análisis de escenarios.
6.1 El uso de escenarios para la planificación
La planificación estratégica empresarial e institucional hace uso frecuente de una técnica que se ha dado en llamar la Técnica de Escenarios. En esencia se trata de hacer el futuro más tangible mediante un análisis de lo que podría darse en el futuro a partir de diferentes decisiones tomadas en el presente. Esto supone naturalmente un muy buen entendimiento de lo que sucede en el presente. Analizando el posible efecto energético y ecológico en la gestión empresarial se puede decir que, considerando los cambios observables en la economía mundial y nacional, los cambios presentes y predecibles en materias de políticas de regulación y control de lo relacionado con polución y la influencia en los cambios climáticos del planeta, en creciente grado de conciencia global al respecto, etc., las siguiente cuatro posibilidades han sido ampliamente publicitadas internacionalmente en cuanto a lo que dice relación con la verdadera influencia económica para las empresas e instituciones:
El mundo puede seguir prácticamente en la misma dirección que parece mostrar con el presente grado de consumo de energía así como de lo que verdaderamente se hace en materias control del medio-ambiente y de cambios climáticos.
El mundo puede llegar a sufrir las serias consecuencias de un cambio significativo y profundo en lo que dice relación con la economía, la distribución geopolítica, y el centro de gravedad con respecto al acceso y a uso real de la energía.
El mundo muestra un desarrollo que en grandes líneas es una continuidad de lo que experimentamos en la actualidad pero que es abatido a corto plazo por eventos muy severos que inducen una desestabilización del sistema actual y sus reglas con consecuencias imprevistas para empresas e instituciones.
El mundo evoluciona a un sistema que demanda decisiones empresariales e institucionales muy cautelosas e inteligentes así como cuidadosas inversiones en todo lo que diga relación con el uso de la energía, sus implicancias en el medioambiente y los riesgos de incidencia en los cambios climáticos y en donde las decisiones son tomadas con suficiente antelación a las consecuencias e implicancias económicas.
La toma de acciones que ahora pueden tomarse para mantenerse en negocios en el futuro pueden ser analizadas a la luz de estos cuatro escenarios. Las implicancias de las medidas a tomar en términos de, costos, cambios de giro, inversiones, etc., serán completamente distintas dependiendo del escenario elegido.

Se puede aseverar que internacionalmente crece la preocupación de los empresarios y jefes de organizaciones en lo concerniente al acceso da la energía para garantizar a futuro las operaciones exitosas del giro de negocios. En uno de los trabajos multinacionales que involucro a empresarios de grandes consorcios condujo este a la identificación de objetivos estratégicos muy interesantes. En primera instancia existe consenso en el sentido que toda empresa debe mantener su propia estrategia de suministro energético y un plan de consumo económico y racional; en muchos casos incluso acompañados de una política institucional o empresarial activa de uso racional, eficiente y ecológicamente compatible con objetivos bien definidos y mensurables de limitación de la polución ambiental. Los siguiente cinco objetivos estratégicos han ganado consenso internacionalmente a fin de preparase para el futuro:
1. Consideración, manejo y control de los principios de la eficiencia energética. Desarrollo de una cultura de eficiencia energética desde niveles ejecutivos a funcionarios mediante la nominación y la delegación con poderes ejecutivos a un director de energía y su equipo, establecimiento de objetivos ambiciosos, que requieran medidas y continuidad en el control de la eficiencia energética con responsabilidad, acompañado de premios y estímulos a resultados mensurables en toda la organización.
2. Desarrollo una visión amplia y de largo alcance en materias de inversiones y decisiones estratégicas en lo concerniente a la energía. Hacer que toda decisión relevante de la empresa o institución se haga pensando en el costo de la energía, su uso y su suministro seguro para la eficacia del giro (por ejemplo, inversiones, elección de tecnología, elección del lugar para la industria, acceso y transporte del personal, etc.). Consideración en forma eficiente y a largo plazo un uso adecuado de la energía en inversiones contra un retorno de capital a corto plazo pero inseguridad en el suministro. Considerar cuidadosamente la significación total del uso de la energía no solo en la operación interna sino incluyendo subcontratistas y abastecimiento de partes y materias primas así como todo el camino de sus productos y servicios hasta el consumidor.
3. Investigación de la transformación del giro de actividades buscando oportunidades en la forma de manejo, adquisición y uso de la energía. Enmarcar estratégicamente el uso de la energía como una palanca de cambios y crecimiento positivo dentro del giro de la organización y no solo como un costo. Hacer del valor estratégico del uso de la energía una materia de carácter innovador y agresivo en la obtención, desarrollo y propaganda de productos y servicios ofrecidos mostrando resultados transparentes y públicos que demuestren un uso eficiente y sostenido.
4. Preparar estrategias contingentes para enfrentar escenarios emergentes en el futuro. Reconsiderar aspectos específicos y concretos de un futuro factible incluyendo cambios substanciales de variaciones en precios y fallas prolongadas en el suministro, cambios climáticos dramáticos y catástrofes, incrementos tributarios o incentivos relacionados al uso eficiente de la energía o a castigos por emisiones no permitida de de polución. Manejar activamente la exposición a riesgos y desarrollar planes efectivos de acción para tomar control total de eventos futuros. Mantener un control continuo de posibles cambios tributarios, legislativos, de control, etc.
5. Tomar medidas en forma personal como líder. Los directores y empresarios pueden y deben tomar una variedad de medidas tendientes a racionalizar o ganar eficacia en el uso de la energía a corto, mediano y largo plazo. No importa tanto si las medidas son tomadas a nivel individual, en forma corporativa, en el consejo directivo o en forma vertical dentro de empresas o instituciones, lo importante es que como líder sea esta una realidad evidente y con resultados objetivos.

Naturalmente se puede discutir mucho al respecto sin embargo, valga el ejemplo anterior como elemento a considerar por quienes corresponda a modo de ejemplo de tareas posibles. Chile tendrá que encontrar sus propios caminos en forma autónoma y aquí no se pretende sugerir que solo se copien resultados foráneos. Lo importante es que el sector empresarial, industrial e institucional tome conciencia de la complejidad de la problemática y de la importancia de tomar acciones.


7. ¿Una estrategia energética nacional independiente o acoplada a las necesidades regionales?

Es evidente que el proceso contemporáneo de globalización conlleva irremediablemente la formación de constelaciones regionales defensivas, el ejemplo mas próximo de ello esta en el Mercado Común Europeo. La Unión Europea sostiene regularmente un intenso debate en el seno de la Comisión para definir una estrategia energética común. La necesidad identificada es la de definir estrategias es una consecuencia de la aparición manifiesta y evidente de grandes desafíos entre los que se pueden identificar:

La dependencia energética,
El inevitable agotamiento dentro de pocas décadas de recursos básicos (carbón, petróleo, gas, uranio) sobre los que se basan los suministros energéticos actuales.
Los impactos ambientales de tales formas de suministro energético, especialmente el desafío ante los cambios climáticos, que aparece como la gran amenaza que enfrenta la civilización industrial.
Estas son también amenazas que pueden percibirse en Latino-América, quizá con una incidencia no solo económica muy grande sino también con un costo social de magnitudes.
El suministro energético global actual enfrenta una serie de desafíos que no son nuevos, estos son válidos ya desde hace unas décadas. Los modelos de suministro energético de los países industrializados se enfrentan a una serie de desafíos que no son nuevos pero que últimamente se han mostrado con toda su crudeza y han re-actualizado el debate energético. El valor de este debate puede decirse que no esta solo en el logro de nuevas políticas sino en la toma de conciencia a nivel continental, nacional, individual, etc., de la magnitud del problema de suministro y abastecimiento hoy y a futuro.
La interrupción en el suministro de petróleo y de gas impuestos por Rusia durante el mes de diciembre de 2006, en pleno invierno Europeo, ponen de manifiesto un problema endémico de la Comunidad Europea: Una dependencia energética extraordinaria de la Unión que impone limitantes en su capacidad de actuar políticamente y que por ser contingente conducen a una política exterior que a menudo contradice los valores fundamentales que constituían la base del malogrado proyecto de Constitución para Europa.

La dependencia energética alcanza a aproximadamente el 50% de la energía primaria consumida en Europa (en algunos países el 85%, por ejemplo en España, por esto es interesante seguir el desarrollo de sus políticas de suministro) y conlleva así una hipoteca política y económica. Por añadidura, esto se agudiza a mediano y largo plazo a medida que se acrecienta la taza de agotamiento de recursos no renovables. Hay que tener por consiguiente muy en cuenta el agotamiento de los recursos no renovables sobre los que se basa el modelo energético actual de los países industrializados.

Al examinar la estructura de consumo energético de Europa, al igual que en la OCDE, se constata una gran dependencia del petróleo y sus derivados. Esta llega a ser extrema en países como España, en que el 52% de la energía primaria procede del petróleo. Este hecho es en sí bastante grave, dado que los recursos petroleros en Europa son limitados y satisfacen solo una fracción de la demanda. Es claro que resulta positivo avanzar hacia una menor dependencia de un recurso tan importante como el energético, ya que la autonomía política se verá beneficiada por ello. Además, una economía sedienta de petróleo como la actual está sujeta a los avatares de su precio, lo que irremediablemente motivará que mas de alguien busque la garantía del suministro por medios quizá no respetables cuando el petróleo sea escaso.
El cambio climático es otro de los desafíos acoplado al modelo energético actual y, en particular, el modelo Europeo. Hay una acumulación de evidencias de que el clima está cambiando, y pocos ponen en duda este hecho. Las evidencias acumuladas hacen que el debate sobre si el clima cambia o no esté ya superado: el retroceso de los glaciares, la fusión de los hielos del Polo Norte, la aparición de especies vegetales y animales en latitudes donde antes no estaban, la sucesión de altas temperaturas atmosféricas y marítimas (2006 fue el año más cálido de la Historia), la sucesión de sequías en algunas zonas del planeta y de lluvias torrenciales en otras, etc. Éstas son sólo algunas de ellas. Además, el aumento global de la temperatura en alrededor de ~1 °C desde 1950, no deja ya lugar a dudas.

Los aumentos de temperaturas se correlacionan perfectamente con el aumento de la concentración de gases de invernadero en la atmósfera, los que han aumentado en alrededor de un 40% respecto a los valores de la época preindustrial, antes de que se empezaran a quemar combustibles fósiles. Estas cifras están bien documentadas en por ejemplo los informes periódicos del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Changes). Ya nadie duda que la causa del aumento de la concentración de gases de invernadero en la atmósfera se deben a la acción humana. Aun si así no fuese la prudencia más básica debería motivar a los responsables de las políticas energéticas a tomar medidas que reduzcan las emisiones de gases de invernadero y a los ciudadanos a limitar consumos que generen estos gases.
La incertidumbre científica esta ya reducida a la dinámica y la magnitud del cambio climático. Los modelos climáticos actuales se esfuerzan en incluir la enorme complejidad de los fenómenos con interacciones múltiples entre el aire, el mar, la orografía, los seres vivos, la tectónica de planeta, etc. Irremediablemente tales modelos son imperfectos y entregan sólo predicciones muy aproximadas, con gran incertidumbre. Por ello se habla de rangos de aumento de temperatura a esperar en los próximos decenios dados determinado aumento de polución global. Se especula también en riesgos inesperados que podrían darse por encima de un aumento de 2 °C sobre temperaturas actuales. La antedicha complejidad hace difícil pronósticos exactos de las consecuencias del cambio climático, por lo que solo se obtienen predicciones aproximadas y rangos de posibles efectos. Sin embargo, todo indica que, si las temperaturas aumentan entre 2 y 6 grados, las consecuencias serán catastróficas. Recientemente se hizo público un “Informe Stern” elaborado por Nicholas Stern, asesor sobre economía del cambio climático del Gobierno Británico. El informe, aún cuando discutido por algunos científicos, muestra un posible escenario futuro con el que nos podríamos enfrentar si no cambia el nivel actual de polución y uso de la energía. La conclusión económica evidente es que los costos debidos al cambio climático serán mucho más altos que cualquier medida imaginable para evitarlo.

A causa evidente de la infraestructura y configuración social existentes son indudablemente los países del tercer mundo y sus habitantes los que más van sufrir (y es posible que ya estén sufriendo) a causa de los cambios climáticos. Éstos se dan en forma de catástrofes climáticas, huracanes, sequías o lluvias torrenciales, etc., lo que conlleva disminución en cosechas y recursos alimenticios, destrucción de equilibrios ecológicos, erosión, etc.
Ante todos estos problemas, la Comisión Europea ha decidido proponer una serie de medidas comunes que, como se verá más adelante, tendrán dificultades para ser aplicadas. Estas medidas habrán de conducir a una nueva revolución industrial. El documento de la propuesta europea “Análisis estratégico de la política energética de la UE”, de 2006, incluye un plan de acción y aplicación de medidas necesarias para que la UE logre un nuevo objetivo estratégico. El plan de acción comprende entre otras las siguientes medidas concretas:

Elaborar un informe sobre la aplicación por los Estados miembros del mercado interior del gas y la electricidad y sobre los resultados de un estudio acerca de la situación de la competencia en estos dos sectores. En este caso, la Comisión tropieza con la negativa de algunos países como Francia a liberalizar su sector energético.

Un plan sobre las interconexiones prioritarias en las redes eléctrica y del gas de los Estados miembros, para que la red Europea sea una realidad.

Propuestas para fomentar una producción sostenible de electricidad a partir de combustibles fósiles, aún cuando cabe preguntarse cómo puede ser sostenible una producción basada en unos combustibles que se agotarán en un horizonte de unas pocas décadas.

Iniciativas para promover las energías renovables en el transporte, particularmente los bio-combustibles.
Análisis de la situación de la energía nuclear en Europa y reapertura del debate en torno al uso de la energía nuclear.

Una agenda de trabajo con miras a un futuro plan estratégico Europeo en materia de tecnologías energéticas.
De forma inteligente, sensata y saludable, la Comisión impulsa medidas de ahorro y eficiencia energéticas. Informes recientes de la Comisión Europea muestran que el ahorro total alcanzara a un 20% de la energía consumida para 2020. Esta cifra no parece muy audaz y sí realizable, teniendo en cuenta que muchos países de la Unión Europea parten de una deplorable situación en materia de ahorro y eficiencia. Por ejemplo, en España, Ecologistas en Acción calcula que se puede ahorrar un 35% de electricidad.
La Comisión Europea se ha propuesto dar un impulso substancial a las energías renovables. El plan actual establece como meta que el 12% de la energía primaria sea de origen renovable ya en 2012, y se pretende elevar este porcentaje a entre el 20 y el 25% para el 2020, basándose en el incremento de los aportes de la energías solar, eólica, hidráulica y la biomasa.

La suma de estas medidas incluyendo todos los sectores, entre otros el transporte y en particular a la aviación como fuentes de emisión de CO2, se espera que conduzcan a una reducción de emisiones de al menos el 20% en 2020. Existe sin embargo la voluntad política de ir más allá y se propone fijar como objetivo una reducción de las emisiones del 30% de aquí a 2030 y del 60-80% de aquí a 2050.

Similares estrategias y políticas debieran promoverse en el continente sudamericano en la certeza que los resultados tendrán grandes implicancias nacionales. Los continentes mas pobres debieran mantener una política mucho mas agresiva para con los países desarrollados dado que son estos los que han contribuido en forma mas substancial a los fenómenos globales. Ya se sabe que esto es sin embargo un deseo mas que una posibilidad objetiva a la luz de por ejemplo el acuerdo de Kyoto.
8. La energía nuclear como opción
En la actualidad, la energía nuclear aporta sólo el 6% de la energía primaria que se consume en el mundo, esta cifra es del 10% en Europa. Hay que clarificar sin embargo que ella contribuye con una producción que alcanza al 30% de la electricidad consumida en Europa o al 17% en el mundo.
El debate energético es un tema que se torna muy sensible cuando se discute la energía nuclear. Sin embargo no existe de hecho forma mas limpia de producción que la nuclear. Es más, esta es la forma más elegante de producir energía en donde se expresa en forma magistral todo el ingenio humano que ha logrado entender y gobernar las formas más intrínsecas de la materia. Los defensores de esta fuente de energía se ven en la actualidad limitados a un marketing público y presiones políticas con un objetivo primario de conseguir una prolongación de la vida en uso de las centrales actualmente en funcionamiento, junto con buscar un relanzamiento de programas nucleares en franco retroceso desde hace algunos años (Durante 2006 se cerraron ocho centrales nucleares en Europa, incluyendo la de Zorita (Guadalajara). Además se cerraron plantas en Bulgaria, Reino Unido y Eslovaquia).

Dado que en general no se considera la gestión de los residuos radiactivos, sencillamente porque no se sabe cuál será el coste final de aquélla y dado que además las inversiones están parcial o totalmente amortizadas, su explotación produce grandes beneficios. No es de extrañar entonces que sea natural trazar como objetivo fundamental la prolongación de la vida de las plantas existentes. El kilovatio/hora nuclear resulta competitivo comparado con otras fuentes una vez que la central está amortizada, en buena medida porque no se consideran todos los costos de producción de la energía.

El único evento positivo en Europa en lo nuclear es la construcción de un nuevo reactor en Olkiluoto (Finlandia). Sin embargo, tal proyecto ha sufrido excepcionalmente por su carestía y su complejidad. En efecto, en la fase actual de construcción, el proyecto acumula ya un retraso de dos años que supone un costo adicional de unos 600 millones de euros sobre el presupuesto inicial.

La energía nuclear, en efecto, no emite prácticamente gases de efecto invernadero, pero está lejos de ser la solución a los problemas energéticos de la UE. Sin embargo, aquí se acaban sus ventajas, porque la energía nuclear no procura independencia energética, puesto que casi todo el uranio que se consume en la UE es importado, si bien se enriquece en Francia e Inglaterra y los elementos combustibles se fabrican en el seno de la UE.

Por otra parte, la energía nuclear no es un sustituto del petróleo en casi ninguno de sus usos, dado que sólo una pequeña parte de éste se usa para producir electricidad, pero las únicas alternativas a la energía nuclear, si queremos evitar cambios climáticos, son la inversión en energías limpias y el ahorro energético.

La energía nuclear presenta varios inconvenientes graves que la desaconsejan como alternativa viable. El mas complejo es la gestión de residuos radiactivos de alta actividad, sustancias peligrosas activas durante centenas de años y para las que no existe aún solución satisfactoria, pese a esfuerzos de investigaciones avanzadas. De hecho, esta investigación ha dado más bien disgustos a los impulsores de la energía nuclear, puesto que se ha publicado recientemente en Nature que los contenedores de almacenamiento a largo plazo sólo garantizan que los residuos estén a buen recaudo durante 1400 años, en lugar de los 241.000 años teóricamente necesarios.

Los graves accidentes como el de Harrisburg (EE UU) en 1979 o el de Chernóbil, junto con un gran número de otros accidentes menos importantes como el de Vandellós en Tarragona en 1989 o el de Tokaimura en Japón en 1999, han puesto de manifiesto otro de los inconvenientes graves de la energía nuclear: el peligro de graves accidentes. La industria nuclear responde a esto con el desarrollo de nuevos modelos de reactores hipotéticamente más seguros.

Entraríamos en el campo de la especulación filosófica para decidir qué niveles de seguridad son admisibles: aunque la probabilidad de que ocurra un accidente sea pequeña, éste puede llegar a ser tan terrible que es mejor no correr riesgos. Por otra parte, los desarrollos en seguridad repercuten negativamente en el precio.

La energía nuclear no es renovable ya que el combustible nuclear, el uranio, también es finito y finalmente se agotará. Es difícil saber con exactitud para cuánto tiempo queda uranio en la Tierra, pero algunas estimaciones cifran en unos 100 años la duración de las reservas al ritmo de consumo actual. Según el precio del petróleo aumente o el uranio se vaya agotando, su precio dejará de ser, como ahora, un gasto menor en la producción nuclear: el precio del uranio se ha multiplicado por nueve en seis años (pasó de costar US$ 7.1/libra en 2001 a costar US$ 65.5/libra en 2006). Para que esta fuente de energía contribuyera significativamente a disminuir el efecto invernadero debería aumentar su participación en un factor de cinco o seis, lo cual equivaldría a reducir la duración de las reservas de uranio a 20 años y a multiplicar al mismo tiempo por cinco o seis la cantidad de residuos y el riesgo de accidente.
Estos datos muestran que la energía nuclear no puede ser considerada como una opción de futuro. No hay que olvidar que la mera construcción de una central supone una gigantesca inversión (de más de 3.000 millones de Euros) y, por tanto, un gigantesco negocio. Por todos estos motivos, el Parlamento Europeo no ha respaldado el uso de la energía nuclear y deja a los Estados miembros sus propias decisiones sobre esta fuente de energía.

En Chile la alternativa esta definidamente vedada al menos por un plazo de 20 a 30 años aún en el caso que se hagan esfuerzos extraordinarios. Su implementación no solo supone la adquisición, instalación y puesta en marcha de un aplanta. Se requiere de una infraestructura muy compleja de expertos y recursos técnicos así como de un equipo de expertos no solo en el manejo sino en el control y soporte de una tal planta. Es muy difícil imaginar un escenario distinto a la luz de la experiencia y el conocimiento que se tiene internacionalmente de las posibilidades en Chile.

9. Las dificultades para alcanzar una estrategia común
Las dificultades para alcanzar una estrategia energética común no es solo un problema de Latinoamérica, también la gran diversidad de políticas energéticas Europeas imposibilitan una estrategia común. Francia, con una compañía de generación de electricidad estatal (Electricité de France), convive con España, que tiene un suministro liberalizado en el que la producción de electricidad está en manos de empresa privadas sujetas a las leyes del mercado. Existen países claramente nucleares como Francia junto a otros como Italia, que decidieron abandonar la energía nuclear a finales de los ochenta. Por otra parte Alemania mantiene un programa de cierre de centrales nucleares. Suecia ha cerrado una de sus centrales nucleares, la mas próxima a Dinamarca, en parte por ser la mas antigua pero también como parte de una política de buen vecino. La flora de políticas energéticas debiera armonizarse llevando a todos los países a un consenso a fin de encontrar estrategias harmónicas y coordinadas a escala continental. Tal meta se ve aún poco viable.
Al mismo tiempo, Suecia logra cumplir los objetivos de Kyoto con creces (se le permitió aumentar sus emisiones en un 4% y las ha reducido en un 3,5%), y por otro lado Finlandia que está lejos de cumplir con el Protocolo de Kyoto (se le permitió mantener constantes sus emisiones y ya las ha aumentado en un 14,5%). Alemania (objetivo de reducción del 21% frente a una reducción conseguida de solo el 17%) prácticamente cumple con Kyoto; Francia en cambio (aumento del 0% permitido frente a una reducción del 0,8%) e Inglaterra (reducción del 12,5% fijada y 14,3% de reducción conseguida) cumplen a un 100% con el Protocolo de Kyoto. En cambio España está francamente lejos (aumento del 49% frente a un 15% de aumento permitido). Cifras tan dispares reflejan los muy distintos esfuerzos realizados por esos países. La situación mensurable en Latinoamérica debe mostrar un panorama similar y, al igual que en Europa la polución no reconoce fronteras y se propaga sin barreras aduaneras o políticas.

Metas Europeas de reducción de emisiones, aun cuando todavía tímidas ya que el Protocolo de Kyoto es insuficiente, resultan de gran valentía en un escenario en el que las metas de reducción de EE UU o China son muy inferiores y en franco conflicto con el acuerdo de Kyoto. El efecto sinérgico de estas metas es que ellas permitirán el desarrollo de tecnologías y la adecuación de modelos energéticos a una menor dependencia de los combustibles fósiles, lo que otorgará una cierta ventaja a la UE en un mundo con escasez de tales combustibles. Es aquí en donde políticas de estimulo de todo tipo ganan un valor enorme como elemento estratégico de cambio energético y desarrollo ecológicamente compatible.

El desafío mas grande que se debe abordar es el de la disminución de la dependencia del petróleo y sus derivados. Esto no es simple, esta distribuido por sectores y fuertemente vinculado al volumen del transporte (un 95% se basa en el petróleo y sus derivados y alcanza al 31% del consumo en la UE). La agricultura a causa de mecanización es también gran consumidora de combustibles. Al mismo ritmo del crecimiento de la unificación Europea se producirá una mayor dinámica de intercambio de personas y mercancías, por lo que el transporte seguirá en aumento y con ello las necesidades de más petróleo. Un escenario similar cabe esperar en Latinoamérica a medida que evolucione hacia mercados mas intensos, flujos mas altos de personas, producciones mas altas en la agricultura, etc.

Para alcanzar objetivos de independencia energética y de disminución de emisiones, Europa ha comenzado a actuar también en forma selectiva en distintos sectores. La introducción de bio-combustibles es un ejemplo, aún cuando es evidentemente imposible mantener niveles actuales de transporte basados en bio-combustibles. Los terrenos necesario para cultivos sería muy grande, sólo España necesitaría un millón de hectáreas para satisfacer un porcentaje modesto de las necesidades del transporte. Evidentemente no se puede concebir que el desarrollo de bio-combustibles sea la solución única. Al mismo tiempo que es imprescindible tomar medidas para reducir el transporte motorizado e incrementar el transporte público colectivo. Lo mismo debe ser parte de estrategias en Latinoamérica. Además debiera ser evidente que la diferenciación es mandataria como componente básica de estrategias modernas de suministro.

Hay que reconocer que la estructura económica de la UE no ayuda a que el modelo energético cambie. Existen sectores empresariales y económicos interesados en mantener el actual estatus quo, aun cuando también hay fuerzas económicas que trabajan activamente por el cambio. Por ejemplo, la industria automotriz y de la construcción, tanto de viviendas como de infraestructuras de transporte, son dos sectores que generan gran demanda energética y, simultáneamente son dos motores de la economía, especialmente en España, donde el papel de la construcción es ya proverbial. Sin una política fuerte y un estimulo razonable, Latinoamérica no va a conseguir acoplar al sector empresarial privado a los esfuerzos nacionales de uso eficiente, razonable y que contribuya a mejorar el medioambiente.

Finalmente, la tendencia liberalizadora de la UE es un gran obstáculo para alcanzar el objetivo de construir un modelo energético sostenible que procure autonomía a la Unión. El camino hacia ese modelo será siempre más fácil si los poderes públicos tienen el control sobre los mecanismos de producción, transporte y consumo de energía que si se dejan éstos en manos de la iniciativa privada. En lugar de arbitrar complicadas medidas legales y financieras, los Gobiernos podrían actuar directamente sobre el modelo energético. Quizá Chile necesita considerar también un arbitrio más riguroso de las políticas energéticas del país e incluso buscar formas de acción común en el cono sur.

No hay que olvidar que una extrema dependencia en las fuentes hidráulicas puede igualmente ser nefasta para un suministro que garantice un desarrollo harmónico del país. Ya en 1997 se produjo una suerte de crisis en el suministro de energía eléctrica a causa de una prolongada sequía que hizo que las sensibles hoyas hidrográficas características de Chile pusieran de manifiesto ya los riesgos de una dependencia unilateral en una fuente mayoritaria de suministro.

_____________Nota: Los gases de invernadero son aquellos capaces de atrapar el calor que, de otra forma, escaparía de la Tierra hacia el espacio exterior. Gracias a la existencia de tales gases, la temperatura de la atmósfera en la Tierra es suave, de unos 15 grados, y gracias a ello puede existir la vida. El principal gas de invernadero es el CO2, o dióxido de carbono, que se produce en la combustión de las materias fósiles (petróleo y sus derivados, carbón y gas). Además, existen otros potentes gases de invernadero como el CH4, o metano, y los aerosoles, que tampoco son desdeñables.
IPCC es la sigla inglesas del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (http://www.ipcc.ch), un grupo internacional de de unos 300 científicos y expertos que estudian el clima y emiten periódicamente informes consensuados sobre el cambio climático y sus consecuencias. El informe completo se puede encontrar en inglés en: http://www.hm-treasury.gov.uk/independent_reviews/stern_review_economics_climate_change/sternreview_index.cfm
También se puede encontrar un resumen en castellano en:
http://www.hm-treasury.gov.uk/media/A81/35/stern_shortsummary_spanish.pdf
Otro informe interesante elaborado por la coordinadora de ONG para el desarrollo entrega abundantes datos climáticos:
http://www.congde.org/Guia_cambio_climatico06.pdf
El hecho que el Presidente de Argentina, Néstor Kirchner, anunciara la limitación de las exportaciones de gas argentino con el fin de paliar el déficit energético que afectaba a su país no puede ser causa de crítica a su gestión como gobernante. Aún cuando la medida golpeó duramente a Chile, lo que hay que ponderar es que Chile recibía el 70% de las exportaciones cuando Brasil obtenía el 20% y Uruguay un 10%. Hay que agregar que mas del 18% del sistema eléctrico chileno depende del gas, y que más del 95% de ese gas provenía justamente de Argentina.
Lo que es estratégicamente más grave es que los planes de desarrollo eléctrico propiciado y aprobado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) eran casi exclusivamente basados en centrales a gas, lo que habría aumentado la dependencia a más de un 30-35% al presente.
No hay que dejarse impresionar por una reducción en el suministro de gas natural de 2 millones 300 mil metros cúbicos de gas por día, lo que afecto fundamentalmente al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) con 1 millón 600 mil metros cúbicos y al Sistema Interconectado Central (SIC) con 700 mil metros cúbicos por día. El afectado por este déficit de suministro es indudablemente el SING, que depende en un 60% de este combustible para operar. Las autoridades han intentado restarle gravedad a la crisis, argumentando que el suministro está asegurado sustituyendo el gas por petróleo, petcoke o carbón. Pero la situación no es tan simple: el uso de otros combustibles fósiles aumenta sustancialmente el costo de la generación y por otro lado es más contaminante.
El problema del aumento de los costos no es de una menor ganancia para las empresas, porque no van a tener pérdidas; el problema es que esta va a ser traspasada a los usuarios mediante un aumento de las tarifas.
El problema más serio se puede observar en la forma de tratar el impacto ambiental de la operación de plantas con potencial contaminante. Aquí se ha podido observar que, aún cuando se hacen serios esfuerzos de analizar el impacto ecológico de inversiones en nuevas plantas termoeléctricas, el estudio parece terminar en solo en tan solo una ponderación del impacto en términos de toneladas de uno u otro agente tóxico. Lo importante es que el verdadero impacto ecológico debe ser seguido de un plan de impacto económico de las acciones preventivas que los empresarios operadores de plantas deberían implementar. El estudio de impacto ecológico no es completo ni digno de aceptación si no esta acompañado de un plan de inversiones y estrategias para evitar completamente o al menos hasta donde la tecnología actual lo haga posible el impacto total de la planta. Esta es la esencia del principio ‘puluter pay principle’, es decir, el que ensucia paga. Es el empresario responsable de una planta el que debe asumir la totalidad de los gastos necesarios durante la entera operación de la misma y luego durante su desmantelado final para garantizar en forma transparente, de libre acceso público y en todo momento la ejecución de acciones destinadas a restituir el impacto al medioambiente de las operaciones. La violación de este principio debiera ser materia de legislación penal a causa de los potenciales daños a la salud ciudadana y del medioambiente.

10. Los antecedentes de la crisis
El sistema de abastecimiento eléctrico de Chile comprende cuatro subsistemas: el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING); el Sistema Interconectado Central (SIC); el Sistema Aysén y el Sistema Magallanes. De estos cuatro subsistemas, el SIC y el SING cubren más del 80% de la demanda total de suministro de energía eléctrica del país. Las principales fuentes de generación están basadas en principios hidroeléctricos o por combustión de gas natural o carbón.
El desarrollo del SING está básicamente diseñado para satisfacer las necesidades eléctricas de la gran minería de la I y II regiones. La producción está centrada en plantas termoeléctricas basadas en la combustión del gas natural y ahora en forma creciente del carbón. La rápida introducción de centrales termoeléctricas de ciclo combinado a base de principalmente el gas natural importado desde Argentina produjo un significativo crecimiento en la oferta de energía eléctrica. Consecuentemente las plantas basadas en la combustión del carbón presionaron para utilizar el Petcoke (Un residuo bastante tóxico derivado del petróleo) como insumo energético, buscando una forma de bajar sus costos de producción y así competir con las centrales a gas.
El SIC por su parte cubre desde la III región hasta Chiloé y muestra la mayor capacidad de generación y consumo a nivel nacional. A igual que en el SING, la introducción del gas natural y el uso de centrales termoeléctricas de ciclo combinado cambiaron fuertemente este sistema en 1997. Así entonces, en los últimos años, el consumo de energía primaria y el consumo eléctrico han aumentado a una razón mucho más alta que el PIB.
Hay que agregar al cuadro general que se había dado en términos comparativos una caída prolongada en el precio de la energía al consumidor, causada en gran parte por el incremento masivo del uso de gas natural. Por ejemplo, en el caso del SING en aproximadamente una década el precio bajo en términos adquisitivos equivalentes a un tercio de lo que costaba en 1985, en cambio para el SIC la caída del precio al consumidor fue de alrededor de un 10%. Así, el bajo costo del gas resultó negativo a causa del freno resultante al incentivó a la inversión en la generación a partir de otras fuentes. Esto, acoplado a una falencia de políticas públicas para un desarrollo energético harmónico e integrado ha resultado de capital importancia en la generación de la extrema y creciente dependencia de Chile para con el gas importado. Además, durante el mismo periodo la sólida economía nacional ha dado lugar a una masificación de procesos intensivos en el uso de la energía en el sector comercial e industrial y en especial en minería, con técnicas de electrotécnicas de refinación del cobre.
Otro elemento importante en la estrategia de suministro energético del país son los subsidios estatales que beneficia a los compradores de hidrocarburos como insumo básico para la generación de energía eléctrica. Es aparentemente la idea del gobierno que con una política de excepción del pago de aranceles a las importaciones de combustibles fósiles (carbón, petróleo o gas natural) se estimula una continuidad en el suministro energético del país. La experiencia internacional por otra parte demuestra que toda política proteccionista es inhibidora de otras iniciativas, en este caso de todo posible desarrollo de comercialización competitiva de formas alternativas de suministro energético. No es así paradójico que estas políticas vayan básicamente en desmedro de los ciudadanos y de políticas de suministro energético alternativo y sostenible mientras que subvencionan el gran capital. La introducción de formas alternativas de uso de la energía en el sector de la vivienda por ejemplo necesita de niveles de capital inicial que no pueden ser absorbidos por un sector privado con baja capacidad de inversión (colectores solares, estanques aislados, distribución aislada de agua caliente, bombas térmicas, etc.).
La extrema dependencia en las exportaciones del cobre con una alta demanda de energía eléctrica generada con recursos importados y no renovables junto a una incipiente diferenciación de las exportaciones deja al país en una situación de extrema vulnerabilidad, por lo que es previsible una creciente problemática en torno al suministro de energía eléctrica. Este problema en razón del grado de dependencia infraestructural generado por las inversiones hechas en plantas generadoras tiene un carácter mucho más orgánico y estructural del que se podría imputar a las posibles disminuciones e interrupciones del suministro de gas natural que pudieran decretar las autoridades argentinas. De hecho la política argentina sólo precipitó un problema que irremediablemente se tendría que dar más temprano que tarde. Casi el 95% del abastecimiento de gas proviene de Argentina, de esto la fracción mayoritaria del suministro de gas natural a la zona central de Chile proviene de Neuquén, que es la fuente con más años de explotación de Argentina. Solo esto ya indica una escasa planificación estratégica por parte de los estamentos responsables de una seguridad nacional en esta materia. Por añadidura, varios informes en los últimos años indican que la vida útil de los yacimientos de la zona de Neuquén es limitada a no mas de 10 a 15 años, lo que ya en 1997 delataba que esto implicaría grandes problemas de abastecimiento entre el 2007 y el 2010 para Chile si este no diferenciaba su suministro. Una vez más por la vía de la evidencia experimental queda claro que aún cuando el gas natural es y podía ser una fuente importantísima de suministro energético, no puede jamás constituirse en pilar fundamental o único de la generación eléctrica en Chile, aún cuando exista un plan continental o del cono sur de un anillo de suministro de gas. Así entonces las tareas de desarrollo de una diferenciación en el suministro energético por parte de los sectores en donde esto sea factible son de extrema importancia para el país. El pretender encontrar en una forma optativa una solución definitiva a los problemas de suministro de energía para el país es así muy poco realista.

11. Proyectos
El manejo de proyectos es una tarea que no solo requiere de una buena dirección del personal, una de las tareas mas relevantes es la de la planificación en el tiempo del presupuesto del proyecto. El flujo de capitales es siempre negativo en la etapa inicial y se trata de ejecutar el proyecto a fin de invertir el flujo de capitales, lograr el brake-even y conseguir un flujo positivo estable a fin de asegurar utilidades.
Aún cuando trivial esto tiene una importancia muy grande para la dirección de proyectos ya que una etapa prolongada de trabajo retarda la consecución del brake-even como es el caso de B con respecto a A en la figura. El área total negativa con respecto a la positiva así como la duración en operación del proyecto hasta C o D tienen también su implicancia en la consecución de un resultado final positivo.
Un estudio de esta naturaleza así como un estudio acabado de las consecuencias ambientales con sus implicancias económicas deben ser entregados al público consumidor o particulares que adquieran soluciones tecnológicas en el campo de la energía como puede ser el caso de una planta solar, eólica o hidroeléctrica en forma de inversión privada.
Φ+
Φ-
Tiempo

A
B
C
D
Fig. 8 Diagrama esquemático del flujo de capitales en el curso de una inversión como por ejemplo un proyecto eólico o solar. Véase el texto para detalles.

También es importante que el inversionista tenga claro que el impacto al medioambiente tiene un costo y tiene además una implicancia en el tiempo total de duración de las inversiones. El costo termina cuando se han pagado todos los derechos, multas o demás a causa de polución generada y finalmente cuando la planta ha sido desmantelada, sus efectos saneados y los desechos correspondientemente manejados.
Un sistema bien implementado debiera ser mandatario para poder conceder estímulos de carácter económico como bonificaciones, reducciones tributarias, créditos subvencionados, etc. Esto conlleva demandas especiales a los profesionales que ofrezcan servicios en el sector de la energía. Debiera generarse rápidamente algún mecanismo de certificación o registro de actores autorizados que garanticen un paquete completo de servicios al inversionista en soluciones energéticas de modo que estas den un resultado garantizado de disminución de demanda al servicio establecido de suministro eléctrico o de otra forma de energía (gas, gas licuado, etc.).
En soluciones optativas como por ejemplo la de digestores orgánicos habrá que considerar que un solo centro generador de desechos orgánicos del sector no puede ser suficiente. Habrá que evaluar costos de transportes y cuando estos sean analizados se podrá comprobar que por sobre una determinada distancia el impacto ecológico del transporte a mas de sus costos pueden llegar a convertir esta alternativa en antieconómica o sencillamente mas contaminante de lo que se espera. Los costos de manejo de desechos y operación deben considerarse cuidadosamente en el flujo total de capitales.
El mismo análisis se puede hacer para colectores solares. A los costos actuales de una posible producción nacional, estos serán cada ves menos rentables ha medida que los costos de instalaciones hacia el extremo sus se analizan cuidadosamente. Una vez más hay que enfatizar el valor de análisis de costos y flujos de capitales en forma muy cuidadosa.

12. Reflexiones y Sugerencia de Soluciones y Propuestas Alternativas
Evidentemente la gran pregunta es cómo superar la vulnerabilidad energética de Chile. En un evento que tiene como objetivo enfocar en el tema Seguridad y Eficiencia Energética se puede bien decir que una política correcta debiera comprender las siguientes áreas:
1. Hacer extensos esfuerzos para aumentar el uso eficiente de la energía a todo nivel y en todos los sectores. Esto requiere de un programa elaborado por sectores y que verdaderamente optimice el uso de la energía en forma mensurable. Así, debieran existir planes para el sector habitacional, industrial, transportes (aéreos, terrestres, marítimos, etc.), telecomunicaciones, servicios, etc., etc. Ejemplos de medidas pueden ser:
a. La certificación del consumo energético de las viviendas.
b. La implementación de estímulos coordinados en el uso eficiente de la energía en la Industria
c. Control y certificación del consumo de vehículos, etc.
2. Un incremento en la seguridad en los suministros solo puede lograrse con una reducción de la dependencia en las importaciones o en la dependencia de suministro de una fuente única. Una forma de lograrlo es mediante la diferenciación máxima de las formas de suministro de energía. Ello requiere identificar fuentes de consumo, evaluar formas posibles de suministro alternativo (técnico, económico, LCCA, etc.) e implementar formas de energías renovables que muestren un grado de madures tecnológico adecuado (Technology Readines Level alto). Algunas de estas formas son las siguientes:
a. Uso de bombas térmicas. b. Uso de plantas eólicas. c. Uso de colectores solares térmicos y fotovoltaicos. d. Uso de fuentes geotérmicas (corrosión) y uso de aguas calientes industriales. e. Procesos termodinámicos de Rankine en generación, etc. f. Biomasa y digestores orgánicos. g. Alcoholes a partir de desechos agrarios.
3. Analizar en la infraestructura existente la posibilidad de adecuar las plantas a mas de un tipo de combustible y buscar la continuidad en la generación mediante el suministro optativo de combustibles primarios (Gas/Carbón, Petróleo/Carbón, etc.).
4. Intensificar la prospección de soluciones nacionales convencionales como por ejemplo nuevas plantas hidroeléctricas, cogeneración, etc.
5. Intensificar los esfuerzos prospectivos de nuevos pozos petrolíferos, etc.
A priori se puede decir que al hablar de producción diferenciada, se puede estimar que fuentes energéticas no convencionales debieran tener un potencial de generación en Chile en el rango de unos pocos kWe hasta MWe. La eficiencia varía de una técnica a otra así como el carácter continuo o intermitente asociado a cada posible capacidad de generación, por ello hay que hacer estudios de factibilidad técnica y económica completos y avanzados exigiendo alta responsabilidad de los expertos.
6. Hay que hacer estudios avanzados de las posibilidades de interconexión de redes con la implementación de sistemas avanzados de planificación, control y monitoreo. Esto debe implementarse con estrategias de integración a una red de distribución de la capacidad de generación de por ejemplo plantas geotérmicas distribuidas, plantas eólicas, plantas hidroeléctricas menores, etc.
7. Debieran existir estrategias elaboradas de suministro que en caso crítico permitan controlar la distribución selectiva del consumo. Por ejemplo máxima prioridad a hospitales y otros cuidados básicos del sector de la salud, controlar la prioridad de la industria productiva en un rango razonable en horarios de trabajo normal, restringir el uso de electricidad por el sector habitacional durante horas de trabajo (tarifas diferenciadas), etc., etc.
Un riesgo previsible es la proliferación de “expertos” en soluciones energéticas. Hay que insistir en la necesidad de una intensificación del aprendizaje y de una consolidación del conocimiento científico y tecnológico de modo que las soluciones implementadas tengan un alto grado de garantía y certificación. No se puede permitir que en esta etapa crítica del país se abuse del pequeño inversionista que arriesga capitales sin tener garantías centrales de que los actores del sector de la energía no entreguen resultados. El libre mercado es definitivamente insuficiente como alternativa para enfrentar los problemas energéticos. Es necesario crear no solo verdaderos incentivos sino que también un marco regulador y de control que estimule a superar los niveles de aprendizaje de tecnologías y soluciones modernas bajo formas profesionales de responsabilidad. En tal escenario no debiera desestimarse incluso el castigo a la falencia en la responsabilidad profesional.
Asegurar el acceso a un desarrollo harmónico y sustentable del país en el mediano y largo plazo, ayudar en forma efectiva a disminuir las emisiones de carbono a la atmósfera e implementar soluciones estratégicamente correctas y eficientes de suministro energético no son tareas fáciles.

13. Reflexiones finales
Naturalmente no se puede esperar que una presentación como la aquí entregada sea exhaustiva en los análisis, sugerencias y proposiciones. El objetivo ha sido mas bien el de entregar una visión amplia de las posibilidades de un suministro energético adecuado y diferenciado para el país, señalar lo que se ve como alternativas plausibles, ecológicamente compatibles y realizables a corto plazo y en un contexto mundial en donde el acceso a tecnología para producir energía va a logar niveles de demanda extraordinarios a causa de la evolución de distintas regiones del globo.
Evidentemente Chile necesita tomar medidas urgentes y es aquí en donde el conocimiento adquirido en años de trabajo en el exterior, los contactos con fábricas, tecnologías y organizaciones así como con universidades y centros de investigación hacen que el acceso a la información y la tecnología moderna sea mas fácil y pueda así ser implementada en forma más rápida y eficiente para Chile. Es mi esperanza que esta modesta contribución abra un fluido canal de comunicación que haga accesible distintas posibilidades para iniciar tareas más concretas que aporten soluciones específicas para el país.

14. Agradecimientos
La elaboración de este documento ha sido posible merced al estimulo y entusiasmo inagotable recibido de parte de la organización ChileTodos. La labor realizada por esta organización merece mi más alto respeto y mi profunda gratitud y aprecio. Nombrar a todos es arriesgar olvidar a alguien, quisiera sin embargo expresar a la Sra. Sima Nisis de Rezepka mi mas sincera gratitud y afecto por lo que ella representa y en el convencimiento que ella sabrá transmitir a todos los que hicieron del encuentro una exitosa realidad mi gratitud y aprecio.
Quiero también agradecer el destacado papel de la Pontificia Universidad Católica de Chile que mediante la gestión del Sr. Director del Centro de Estudios Internacionales, Dr Juan Emilio Cheyre así como del personal a su digno cargo, contribuyeron a hacer de este encuentro una posibilidad y un éxito.
Entiendo que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha también contribuido ha hacer posible este encuentro. Mi amplio reconocimiento también por su contribución y atención al evento.
Finalmente agradezco a mis empleadores SAAB AB, Saab Aerosystems, Linköping, por permitirme ausentarme de mis tareas ordinarias para poder participar en el evento.

15. Referencias
§ De Paula, Gabriel; El control sobre los recursos naturales, la seguridad y el conflicto en los países de América del Sur; Centro Argentino de Estudios Internacionales, www.caei.com.ar; pp1-123 (2006)
§ De Paula, Gabriel; La evolución del conflicto por los recursos; un análisis desde los tiempos de la colonia hasta el presente en América del Sur; Centro Argentino de Estudios Internacionales, www.caei.com.ar; working paper Nº. 3 (2005)
§ Figueroa de la Vega, Francisco; El mercado del gas natural en Venezuela; pp. 49-112 en OLADE-CEPAL-GTZ, Los mercados del gas natural en la comunidad Andina: desarrollo y perspectivas de integración (2001)
§ Frères, Christian & Sanahuja, José Antonio, Ed.; América Latina y la Unión Europea. Estrategias para una asociación necesaria; Barcelona, Ed. Icaria, (2006)
§ Friedman, T.; La primera ley de la Petropolítica; http://fp-es.org/indice_articulos/index_indice_jun_jul_2006.asp
§ Isbell, Paul; El gas: una cuestión conflictiva en América Latina; ARI, Nr. 48, pp 1-7, (2006)
§ Internacional Crisis Group; El incierto camino de las reformas en Bolivia; Informe sobre América Latina, Nr. 18, 3 de julio de 2006
§ Rebolledo, Andrés; La nueva integración: gaseoducto sudamericano; Foro, Vol.: Sept., pp 22-24, (2005)
§ Wagner, Allan; Hacia una visión estratégica andina de la integración energética regional; Intervención del Secretario General de la Comunidad Andina en la III Reunión del Consejo de Ministros de Energía, Electricidad, Hidrocarburos y Minas de la CAN, Lima, 14 de julio de 2005.
§ Zapater Duque, Esther; La Unión Europea y la cooperación energética internacional (2002).
§ Argentina Country Analysis Brief; http://www.eia.doe.gov/emeu/cabs/Argentina/NaturalGas.html.
§ The Human Development Index - going beyond income, Chile;http://hdrstats.undp.org/countries/country_fact_sheets/cty_fs_CHL.html
§ IPCC: Intergovernmental Panel on Climate Changes: http://www.ipcc.ch/.
§ El informe Stern, elaborado por Nicholas Stern:
http://www.hm-treasury.gov.uk/independent_reviews/stern_review_economics_climate_change/stern_review_report.cfm

Suecia, Abril de 2008.